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¿De vuelta de tus vacaciones? 6 sugerencias para recuperar la rutina laboral con éxito

    Recupera la rutina laboral después de tus vacaciones con estos 6 consejos

    ¿Hay algo más gratificante que volver al trabajo sintiéndote renovado? Las vacaciones son, sin duda, una desconexión necesaria para todos. A veces, retomar la rutina puede resultar un poco complicado, pero tu cuerpo y mente regresan con energías renovadas, listos para enfrentar nuevos desafíos.


    El regreso después de las vacaciones varía de persona a persona, cada uno lo vive de manera diferente, pero todos se enfrentan a la misma pregunta al llegar a la oficina: el temido “¿qué ocurrió mientras no estuve?” Al volver, comienzas a ponerte al día con tus compañeros, a revisar tus herramientas de trabajo y a evaluar cómo se manejaron las tareas en tu ausencia.

    Para que este retorno sea lo más fluido posible, hemos recopilado seis consejos para retomar la rutina laboral:

    1. Lista tus tareas

    El primer paso para mantener la cordura es hacer una lista de las tareas que tienes para el día, tanto las importantes como las menos prioritarias. Lo esencial es que puedas consultarla de manera rápida y sencilla para liberar tu mente. Así evitarás estar repasando la lista constantemente o preocupándote por olvidar algo. Una vez que las tengas anotadas en papel o en la computadora, podrás continuar el día sintiéndote más ligero.


    2. Establece prioridades

    Ahora es el momento de categorizar la lista anterior en tareas urgentes y aquellas que pueden esperar un poco más. Incluso puedes planificar cuáles podrías posponer para el día siguiente si no puedes completarlas todas. Otra forma de clasificarlas es por el tipo de acción que requieren; por ejemplo, puedes crear categorías como “realizar”, “delegar”, “posponer” y “eliminar”. Si te resulta más cómodo, numéralas, resáltalas o agrúpalas según prefieras.

    3. Establece plazos para cada tarea

    Asigna un plazo de tiempo para completar cada tarea. Si sabes que una tarea te llevará una hora y tienes otras que solo demandan 10 minutos, agrupa las tareas más cortas. Por ejemplo, si debes procesar facturaciones del mes anterior, estimas que te llevará una hora; luego, debes llamar a tres clientes, cada llamada te llevará 10 minutos, y finalmente, debes redactar un informe que te llevará media hora. Puedes agrupar las llamadas y el informe en el mismo bloque, resolviéndolos de 9 a 10 a. m., para luego continuar con las facturaciones de 10 a 11 a. m. Siempre es recomendable dejar de 5 a 10 minutos para una revisión final antes de considerar la tarea completada.


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    4. Elimina las distracciones

    Aprovecha para saludar a tus compañeros al llegar o durante los descansos planificados a lo largo del día, de esta manera, evitarás visitas y distracciones mientras estés en la oficina. Si la música te distrae, apágala; si, por otro lado, te ayuda a concentrarte, selecciona tu lista de reproducción favorita y sigue con tus actividades mientras la disfrutas. Además, si tu oficina cuenta con puertas y ventanas, ciérralas para evitar ruidos externos.

    5. Programa tus descansos durante la jornada laboral

    Puedes planificar con anticipación qué vas a almorzar en tu primer día de trabajo, ya sea cocinando algo el día anterior o decidiendo comprar una vianda. La idea es llegar al descanso con todo listo para poder relajarte, sin añadir una tarea más. Otra opción es tomarte un breve descanso cada cierto período de tiempo, por ejemplo, cada 50 minutos de trabajo continuo, toma 10 minutos para despejarte, ir al baño, charlar con un compañero, escuchar una canción o lo que prefieras.


    6. Organiza tu rutina personal

    Regresar de las vacaciones implica volver a la “vida normal”. Durante las vacaciones, es posible que te permitas comer alimentos menos saludables con mayor frecuencia, dormir hasta tarde o acostarte tarde por la noche. Sin embargo, en tu rutina diaria, estos hábitos son diferentes. Es recomendable que organices tu rutina personal antes de empezar a trabajar, es decir, retomar tus horarios habituales de sueño, actividad física, una dieta saludable y todo lo que te ayude a sentirte mejor en tu día a día, en comparación con el período de descanso que acabas de dejar atrás.